Registra Sedema avistamiento de dos especies de colibríes en Centro de Cultura Ambiental Chapultepec
• La presencia de estos polinizadores son indicadores de una mejora ambiental dentro del bosque y de la importancia que tiene las plantas nativas que hay en el lugar, las cuales ofrecen el alimento necesario para estas especies
Como parte del programa de Monitoreo Participativo de Aves que se realiza en el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental (MHNCA), la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informa sobre el primer registro de avistamiento de dos especies de colibríes en los jardines para polinizadores del Centro de Cultura Ambiental Chapultepec, que se ubica en la segunda sección del bosque.
La bióloga y fotógrafa Azucena Olvera Arredondo, del MHNCA, mencionó que se trata de colibríes cola pinta (Tilmatura dupontii), una especie nativa de México y considerada entre las más pequeñas del mundo con cerca de 10 centímetros de longitud, y el zumbador mexicano (Selasphorus heloisa), endémico del país.
Estos nuevos registros detectados en los alrededores del Centro de Cultura Ambiental de Chapultepec, son indicadores de una mejora ambiental dentro del bosque y de la importancia que tiene la presencia de plantas nativas en el lugar, las cuales ofrecen el alimento necesario para estas especies.
Durante el monitoreo, se observó que los dos colibríes estaban libando el néctar de sus flores en uno de los jardines para polinizadores que se ubican en la periferia del Centro de Cultura Ambiental Chapultepec, conformados por distintas especies de plantas, entre ellas el toronjil morado (Agastache mexicana).
La relevancia de crear jardines de este tipo se debe a que más del 80 por ciento de los recursos naturales de los que dependemos los seres humanos para alimentarnos, vestirnos y tener medicamentos dependen de la existencia de este grupo zoológico; estos organismos son los que permiten que se polinicen muchas de las plantas que las personas necesitamos para elaborar diferentes productos que consumimos.
Esta Secretaría invita a la ciudadanía a crear jardines para abejas, mariposas, colibríes y otros polinizadores con el propósito de permitir la vida en sus hogares, en sus ventanas y en los rincones donde puedan sembrar flores o colocar macetas. En la página web http://data.sedema.cdmx.gob.mx/flippingbook/mujeres-polinizadoras/mobile/index.html se puede consultar la guía “Jardines para la vida” a fin de crear uno y con ello abrirle paso a la naturaleza.
En las tareas de salvamento arqueológico que acompañan la construcción del Pabellón Escénico, el INAH ha recuperado los restos óseos de 21 individuos
Los entierros muestran que algunas inhumaciones se realizaron conforme la tradición católica recién introducida y otras todavía al modo mesoamericano
El proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, encabezado por la Secretaría de Cultura federal, con la colaboración del Gobierno de la Ciudad de México, ha permitido la recuperación de contextos históricos desconocidos, es el caso del reciente descubrimiento de un cementerio del periodo virreinal temprano (1521-1620 d.C.), en el área donde se construyen el Jardín y el Pabellón Escénico.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), ha acompañado cada frente de intervención de este magno proyecto y en las últimas semanas se ha concentrado en la zona conocida como “estacionamiento ecológico”, donde se ejecutan obras para su integración con el Centro Cultural del Bosque, en las inmediaciones de Campo Marte.
La coordinadora del salvamento arqueológico, María de Lourdes López Camacho, explica que durante el seguimiento a las obras se realizó un pozo de sondeo de 2 por 2 metros, detectándose restos óseos humanos a partir de 1.37 metros de profundidad, por lo que se consideró potencial el sur del área de investigación.
Con la asistencia en campo de las arqueólogas Blanca Copto Gutiérrez y Alixbeth Daniela Aburto Pérez, se decidió extender la excavación al doble. En las últimas tres semanas, el equipo recuperó las osamentas –en diversos estados de conservación– de 21 individuos, en su mayoría adultos femeninos y masculinos, incluidos un par de infantes.
Las inhumaciones se realizaron de forma directa en el suelo y en tres momentos distintos durante el primer siglo tras la caída de México-Tenochtitlan. Pese a que la mayoría de los entierros presentó la misma orientación oeste-este, la cual alude a la creencia de la resurrección en la fe cristiana, su disposición hace pensar en dos tipos de población: una de origen indígena, probablemente mexica, y otra europea.
En su mayoría, explica la arqueóloga Lourdes López Camacho, los individuos fueron colocados de forma extendida con los brazos cruzados sobre el pecho o en la región pélvica, como marca el rito funerario católico; no obstante, dos fueron enterrados de forma flexionada y lateral, a la usanza mesoamericana, sin contar que otro par de individuos fueron inhumados portando un sello y una navajilla de obsidiana verde, ambos prehispánicos.
“Proponemos que este enterramiento colectivo corresponde a un cementerio del virreinato temprano, porque muestra la transición de las costumbres funerarias prehispánicas a las implementadas con la llegada de los españoles y su sistema religioso”, manifiesta la especialista también adscrita al Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, cuyas labores de excavación se han ampliado más al sur y al este.
Recuerda que, en 2005, su colega María Guadalupe Espinosa Rodríguez excavó un panteón con entierros de la misma temporalidad, en una sección del otrora atrio de la iglesia del pueblo de indios de San Miguel Chapultepec, en las inmediaciones del Jardín de los Leones, en la Primera Sección del bosque; sin embargo, del cementerio recién descubierto no existe referencia.
De acuerdo con el coordinador de la Sección de Bioarqueología de la DSA, Jorge Arturo Talavera González, quien hizo un primer reporte osteológico –el cual será complementado con otros análisis, entre ellos, de ADN–, los rasgos epigenéticos de ciertos individuos indican la presencia de dos poblaciones diferentes en ese contexto, siendo identificables los individuos amerindios por sus piezas dentales en forma de pala.
Respecto a las condiciones de salud-enfermedad, las observaciones preliminares señalan que las personas inhumadas padecieron, entre otras afecciones, hipoplasia, atrición y cálculos dentales (desgaste del esmalte y la estructura dentaria, además de sarro), inflamación del periostio (vaina fibrosa que cubre los huesos) y otros procesos infecciosos, así como enfermedades relacionadas con déficit nutricional.
Publicado originalmente en el boletín 75 del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Cerca de la fuente de Xochipilli, en la segunda sección, se detectó una importante concentración de materiales del Preclásico Medio (1200-600 a.C.)
El descubrimiento deriva del “Salvamento Arqueológico Centro de Cultura Ambiental”, el cual acompaña las obras de creación de ese espacio
Por más de tres mil años, a menos de un metro de la superficie que cientos de personas recorren a diario, se mantuvo oculta una capa de materiales, compuesta en su mayoría por restos cerámicos de vasijas y figurillas de formas humanas, algunas apenas esbozadas, vestigios que han permitido inscribir al Bosque de Chapultepec entre los sitios más antiguos de la Cuenca de México, duplicando así la temporalidad conocida para este espacio, hasta ahora.
El descubrimiento deriva de los proyectos arqueológicos con los que la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), acompaña los trabajos de infraestructura del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, sobre todo de los desarrollados en la segunda sección, donde estará el Centro de Cultura Ambiental (CCA).
La coordinadora de estas labores arqueológicas, María de Lourdes López Camacho, detalla que el contexto del periodo Preclásico Medio (1200-600 a.C.), fechamiento estimado por la tipología cerámica presente en el depósito, se concentró en un área aproximada de 38 por 24 metros, de la cual solo se excavó 16%, una proporción modesta, pero trascendental en su contenido.
La capa de materiales se localizó en las inmediaciones de la fuente de Xochipilli y la avenida de los Compositores, a 700 metros de donde, en 2018, se encontró un caserío contemporáneo al auge de Teotihuacan. Aquel descubrimiento de viviendas ocupadas mil 500 años atrás, entre 225 y 550 d.C., representó por cuatro años la ocupación más temprana del Bosque de Chapultepec.
No obstante, la reciente detección de esta concentración de materiales del periodo Preclásico Medio (1200-600 a.C.) ha duplicado la temporalidad del asentamiento humano en esta área, elevándola a más de tres milenios.
“¿Qué es lo importante de este hallazgo? Que son las evidencias más antiguas encontradas, hasta el momento, en el Bosque de Chapultepec. Es sorprendente pensar cuántas generaciones debieron pasar por aquí en más de tres mil años y, cómo, a pesar de los cambios en el entorno, estos testimonios se mantuvieron ocultos, solo a un metro por debajo de nuestros pies.
“Asimismo, Chapultepec no figuraba en el mapa del periodo Preclásico o Formativo de la Cuenca de México donde, hacia 1200 a.C., aparecieron asentamientos preurbanos con mayor jerarquía, de los cuales se conocen Tlapacoya-Zohapilco, Tlatilco, Coapexco y un sitio que, probablemente, está bajo la lava del Pedregal, localizados hacia el sureste del Estado de México, al noroeste y sur de la Ciudad de México, no tan al poniente de la cuenca”, sostiene la directora del proyecto “Cerro, Bosque y Castillo de Chapultepec”.
A través de esta iniciativa de investigación vigente, la cual derivó en la declaratoria del Bosque de Chapultepec como zona arqueológica, es que el INAH, a través de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) y con el apoyo del Museo Nacional de Historia (MNH), supervisa todo tipo de obra que se realiza en la poligonal de protección.
En ese sentido, los trabajos para la integración del CCA no fueron la excepción. Con la asistencia de las arqueólogas Tania Contreras Guerra, Areli Torres Ríos y Thania Pérez Chávez, se exploró la zona próxima a la fuente de Xochipilli y los cárcamos, los cuales forman parte del citado centro, debido a que, hace 10 años, allí se encontraron restos de materiales del Preclásico (2500 a.C.-400 a.C.).
Mediante un pozo de sondeo se reconoció el potencial arqueológico del espacio y se procedió a tender una retícula de cuadros de 2 por 2 metros, en un pequeño claro del bosque. La excavación permitió detectar una concentración de materiales sin muestras de perturbación: “se hallaron dispuestos en forma de un piso de cerámica, ya que todos estos objetos fueron rotos de forma intencional y expuestos al fuego, como lo revelan manchas en buena parte de los fragmentos y en piezas completas con las que contamos”, describe López Camacho.
Todos estos materiales: pedazos de platos con diversos esgrafiados y bordes semejantes a los tipos cerámicos hallados en el sitio Zacatenco (aldea preclásica a las faldas del cerro homónimo), decenas de rostros y figurillas zoomorfas y antropomorfas, de las que sobresalen representaciones femeninas de “piernas regordetas” y de enanos, están a resguardo en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, donde el proyecto de salvamento arqueológico tiene su laboratorio, ahí se clasifican, analizan y son almacenados y resguardados.
Mientras sostiene en la mano la “joya de la corona”, una vasija miniatura que aún contiene restos de cinabrio, mineral que se utilizó para pigmentar otros objetos, la arqueóloga enlista otras piezas: puntas de flecha, malacates, atavíos, un punzón hecho en hueso de venado, diminutas puntas acerradas y herramientas de sílex, jadeíta, pizarra y pedernal, las cuales son analizadas para definir su función pues, debido que fueron aprovechadas al máximo, muestran un gran desgaste.
Es de extrañar, menciona, que los vestigios de esta aldea preclásica del Bosque de Chapultepec no estén asociados directamente a un área de enterramientos, como ha sido el común denominador de hallazgos de esta temporalidad. También hay elementos cerámicos que no tienen comparación respecto a la tipología conocida, y figurillas humanas de rasgos muy esquemáticos, las cuales recuerdan a las “Venus” de Tlapacoya, del periodo Preclásico Temprano (2500-1200 a.C.).
Por esas y otras razones, la investigadora de la DSA concluye que este descubrimiento abrirá nuevas rutas a los estudios sobre el periodo Formativo, inscribiendo a Chapultepec entre los sitios que, desde un milenio antes de nuestra era, ofrecieron condiciones óptimas para el asentamiento humano en la Cuenca de México, como partes no inundables y, al mismo tiempo, abastecidas por arroyos que descendían de la Sierra de las Cruces, formando un ecosistema propicio para el desarrollo de núcleos preurbanos.
Publicado originalmente en el boletín 400 del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Fotografías: María de Lourdes López Camacho, Mauricio Marat
Rehabilitan 26 fuentes icónicas del Bosque de Chapultepec
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informa sobre la intervención realizada en 26 fuentes icónicas ubicadas en las tres secciones del Bosque de Chapultepec, como parte del Proyecto Chapultepec. Naturaleza y Cultura.
Las 26 fuentes fueron rehabilitadas mediante el plan de mejoramiento hídrico, que inició en agosto de 2021 y concluyó en marzo de este año, el cual contempló el mantenimiento general de los sistemas hidráulicos, eléctricos y mecánicos.
De las 26 fuentes rehabilitadas, 16 se localizan en la Primera Sección; ocho en la Segunda Sección y dos en la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec.
Algunas de las fuentes rehabilitadas como la Cósmica o también conocida como Media Luna, tenían cerca de 20 años sin funcionar; la Fuente Idilio de Amor, creada por Charlotte Yazbeck, en 1974, hace cinco años no servía, por lo que los trabajos de restauración incluyeron reparación e impermeabilización de charolas, cambio de componentes electromecánicos y del sistema de alimentación eléctrica e hidráulica.
Cada fuente da cuenta de los acontecimientos más importantes de su historia y las diferentes influencias arquitectónicas que han pasado por el pulmón más importante de la Ciudad de México, reconocido a nivel internacional como el mejor parque urbano del mundo.
Entre las fuentes más representativas por su historia y antigüedad destacan la Fuente Ornamental, creada en 1911 y que ofrece frescura y belleza al bosque desde su ubicación en inmediaciones del Lago Mayor de la primera sección.
También se rescató la fuente del Altar a la Patria, que data del año 1952 y la fuente de Las Ranas, una fuente revestida de azulejos sevillanos de porcelana verde y gris y adornada por ocho ranas a lo largo de su circunferencia.
En la actualidad, los chorros de algunas fuentes del Bosque de Chapultepec llegan a alcanzar hasta 7 metros de altura, para disfrute de las y los capitalinos.
El Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura es un proyecto integral conformado por 41 intervenciones encaminadas a consolidar el Bosque de Chapultepec como un espacio colectivo y cultural al alcance de todas y todos, y que, en equilibrio con el medio ambiente, tenga una conectividad eficiente tanto al interior del Bosque como con la Ciudad de México.
21 de esas intervenciones contempladas están planeadas para llevarse a cabo para el año 2024, aunque de igual forma se tienen planeadas acciones a largo plazo. El Proyecto tiene tres ejes principales: social, ambiental y cultural.
El eje ambiental está encaminado a proteger el Bosque de Chapultepec como uno de los principales pulmones de nuestra ciudad, revitalizándolo y ampliando sus áreas verdes. Del mismo modo, las intervenciones pertenecientes a este eje están diseñadas para aumentar la fertilidad del suelo, replantar especies endémicas de la zona que permitan un mantenimiento eficiente y asegurar la sostenibilidad hídrica del Bosque.
Informa Sedema sobre trabajos en barrancas de Dolores y Barrilaco
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informa sobre los trabajos que se realizan en las barrancas de Dolores y Barrilaco, de la tercera sección del Bosque de Chapultepec:
Como parte del Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura se lleva a cabo un proceso de restauración ambiental en las barrancas Dolores y Barrilaco que contempla el mejoramiento del suelo y el manejo del agua que fluye en estas Áreas de Valor Ambiental.
Las acciones de restauración ambiental, que registran un avance del 98 por ciento, incluyen la construcción de poco más de 250 muros y gaviones que permitirán que los escurrimientos de agua durante la temporada de lluvias no erosionen el suelo, y se filtre al acuífero.
Las barrancas reciben distintos tipos de tratamientos para formar pequeños humedales con tecnologías alternativas basadas en la naturaleza.
Tras identificar 152 descargas de aguas residuales provenientes de viviendas en el polígono de las barrancas de Dolores y Barrilaco, se determinó crear nueve humedales artificiales que permitan procesar las aguas grises.
El objetivo de estos humedales construidos es procesar el agua que sale de las descargas y retener la humedad.
Se tiene previsto que estos humedales traten hasta 30 litros por segundo en la barranca Barrilaco, mientras que en la de Dolores, el sistema más grande, es para 3 litros por segundo.
Las obras de rehabilitación incluyen protecciones laterales de taludes con gaviones y muros de “morillos” (segmentos de madera) de forma paralela al talud para brindarles estabilidad, sobre todo a los taludes desgastados por la erosión provocada por los escurrimientos de agua.
También se crearon presas de piedra acomodada, que son estructuras de piedras colocadas transversalmente a la dirección del flujo de la corriente, que controlan la erosión y permiten el almacenamiento y la infiltración de agua.
Con piedra, arena y cemento fueron colocadas presas de mampostería de forma perpendicular a las cárcavas, con la finalidad de disminuir la escorrentía superficial, el almacenamiento de agua y la retención de azolves.
Los muros de Krainer consisten en una técnica de bioingeniería compuesta por troncos colocados de forma horizontal para estabilizar taludes y así evitar deslizamientos de tierra y procesos erosivos.
Los deslizamientos se contienen a través de muros de gavión; el gavión es una estructura permanente, permeable y ligeramente flexible, formada a base de cajones de forma rectangular, construidos con una malla de alambre de triple torsión llenos de piedra acomodada que permite estabilizar y evitar el crecimiento de las cárcavas, lo que permite una mayor retención e infiltración de agua.
Esta intervención en la tercera sección del Bosque de Chapultepec, que está por concluir, tendrá amplios beneficios sanitarios y ambientales para los usuarios del Bosque de Chapultepec y vecinos de la tercera sección.
A estas acciones se suman las relacionadas con la promoción y difusión con los vecinos —a través de reuniones informativas— del uso de sistemas domésticos como biodigestores, biofiltros y geofiltros, que permitan reducir, desde su origen, los contaminantes de las aguas que se descargan a estas áreas.
De esta manera se mantiene la humedad y se reduce la erosión del suelo, al mismo tiempo que se disminuye la contaminación del suelo, de los mantos freáticos y de la vegetación de estas áreas de valor ambiental.
Hasta el momento se han plantado 24 mil árboles en la tercera sección, en la barranca de Dolores, y 2 mil árboles** en la barranca de Barrilaco.
Avanza rehabilitación de barrancas en la tercera sección del Bosque de Chapultepec
Por primera vez se intervienen sus polígonos A (Barranca Dolores, 243.9 ha) y B (Barrilaco, 27.4 ha)
Se registra avance del 80 por ciento en acciones realizadas para el mejoramiento de las barrancas de Dolores y Barrilaco
Con una inversión de 177 millones de pesos, a través del Proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México está mejorando las condiciones del suelo y el flujo hídrico, en materia de descargas de aguas residuales, en las barrancas de Dolores y Barrilaco, ubicadas en la tercera sección del Bosque de Chapultepec.
“El presupuesto para este proyecto es de 177 millones de pesos y el general que nosotros manejamos en el 2020 ascendió a mil 200 millones de pesos, para las distintas actividades que hemos realizado entre la primera y la tercera sección, incluyendo lo que será la cuarta sección del Bosque de Chapultepec”, precisó la doctora Marina Robles García, secretaria del Medio Ambiente capitalina.
Tras un recorrido de supervisión de las obras en la barranca de Dolores, Robles García recordó que el proyecto Chapultepec Naturaleza y Cultura tiene varios componentes y “uno de los componentes más importantes es el componente ambiental y la razón de que este componente sea uno de los más importantes del proyecto, es que el Bosque de Chapultepec ofrece servicios ambientales muy importantes para la ciudad, como infiltración del agua, regulación del clima, biodiversidad”.
Actualmente, se registra un avance del 80 por ciento en las diversas obras acciones de rehabilitación que incluyen protecciones laterales de taludes con gaviones y muros de “morillos” (segmentos de madera) de forma paralela al talud para brindarles estabilidad, sobre todo a los taludes desgastados por la erosión provocada por los escurrimientos de agua. También se crearon presas de piedra acomodada, que son estructuras de piedras colocadas transversalmente a la dirección del flujo de la corriente, las cuales controlan erosiones en cárcavas y permiten el almacenamiento y la infiltración de agua.
Con piedra, arena y cemento fueron colocadas presas de mampostería de forma perpendicular a las cárcavas, con la finalidad de disminuir la escorrentía superficial, el almacenamiento de agua y la retención de azolves. Los muros de Krainer consisten en una técnica de bioingeniería compuesta por troncos colocados de forma horizontal para estabilizar taludes y así evitar deslizamientos de tierra y procesos erosivos. Los deslizamientos también se contienen a través de muros de gavión; el gavión es una estructura permanente, permeable y ligeramente flexible, formada a base de cajones de forma rectangular, construidos con una malla de alambre de triple torsión llenos de piedra acomodada que permite estabilizar y evitar el crecimiento de las cárcavas, lo que permite una mayor retención e infiltración de agua.
Robles García aseguró que las obras que se están realizando no sólo mejoran las condiciones ambientales del bosque, sino la seguridad de las personas que transitan por la zona: “Las cárcavas que van formándose a partir de la erosión, por el agua que baja en gran volumen y con gran velocidad, va generando oquedades en la zona de la infraestructura y esta infraestructura es usada como calles, banquetas, puentes y pone en riesgo la infraestructura y por lo tanto a las personas, entonces las obras que estamos haciendo acá están permitiendo disminuir este riesgo, estamos solventando mucho de estos procesos de erosión y bueno ofreciendo seguridad y bienestar también para toda la gente que transita por estos lugares”.
De la barranca de Dolores se retiraron alrededor de 300 toneladas de residuos y de la de Barrilaco 130 toneladas, por lo que se invita a la población a cuidar estas áreas de valor ambiental. “Como saben la tercera sección de Chapultepec tiene una vocación de conservación y que las barrancas se encuentren en una buena condición ambiental es importante para que puedan infiltrar más agua, para que se disminuya la erosión que está habiendo de sus laderas y también para que podamos tratar las aguas residuales que, desafortunadamente, a lo largo de mucho tiempo se fueron acumulando distintas descargas con distintos volúmenes”, resaltó la titular de Sedema.
Al respecto, el biólogo Martín Aguilar Cervantes, subdirector técnico del Bosque de Chapultepec, dijo que se identificaron 150 descargas de aguas residuales en el polígono de la barranca de Dolores, “son viviendas que no cuentan con drenaje y muchos de ellos descargan a la barranca, por eso se desarrollaron estas intervenciones en donde hacemos un pretratamiento del agua y el agua tiene una gran función dentro de las barrancas. Estamos interviniendo un problema de fondo”.
Además de la restauración hídrica de la tercera sección del Bosque de Chapultepec, como parte del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, “en complemento hemos desarrollado, desde 2019 a la fecha, intervenciones para el mejoramiento de suelos, mejoramiento de arbolado y retiro de arbolado muerto en pie. Es la primera vez, en la historia de la Ciudad de México, que se lleva a cabo una intervención integral, sobre todo en un área de valor ambiental y que incluya barrancas”, agregó el biólogo.
La otra parte de la restauración ambiental “tiene que ver con una selección de árboles y plantas que en combinación nos van a generar una mejor masa forestal, mejor equilibrada. Aún se observa una gran cantidad de eucaliptos, por su establecimiento muy fácil en terrenos difíciles, y ahora estamos con una oportunidad para hacer una sustitución de estos elementos. Ya hemos plantado 24 mil árboles en la tercera sección en esta barranca de Dolores y 2 mil árboles en la de Barrilaco y estaremos reiniciando la plantación nuevamente hacia la temporada menos fría de este año”, añadió.
Aprovechan infraestructura de antiguos parques acuáticos para fomentar la integración social en el Bosque de Chapultepec
Aprovechan infraestructura de antiguos parques acuáticos para fomentar la integración social en el Bosque de Chapultepec.
Durante una visita, diputados de la Comisión de Preservación del Medio ambiente, Cambio Climático y Protección Ecológica y Animal del Congreso local conocieron avances en las intervenciones del Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura.
En lo que alguna vez fue el Parque Acuático Atlantis y El Rollo, en la tercera sección del Bosque de Chapultepec, se está aprovechando y reutilizando la infraestructura existente para la integración social, así lo dieron a conocer autoridades de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México durante un recorrido con diputados de la Comisión de Preservación del Medio ambiente, Cambio Climático y Protección Ecológica y Animal del Congreso local.
El biólogo Martín Aguilar, subdirector Técnico del Bosque de Chapultepec, explicó que en estos espacio las instalaciones abandonadas serán utilizadas y transformadas en un skatepark, una pista de patinaje y un foro al aire libre, con la finalidad de incentivar las artes, actividades lúdicas y deportivas que fortalecerán la integración social.
Durante esta visita, para conocer los avances en las intervenciones del Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, también se abordó la restauración ambiental del Bosque de Chapultepec, el mejoramiento de infraestructura y equipamiento, así como con el aumento de la oferta cultural a disposición y para beneficio de la ciudadanía.
La reforestación del Bosque de Chapultepec con especies nativas del Valle de México es prioritaria, por ello la Biblioteca de Semillas cuenta con una moderna infraestructura para la capacitación en técnicas de restauración ambiental, a través de la colecta, el manejo y almacenamiento de semillas locales.
“En el área verde comprendida al interior de la calle Circuito Joaquín Clausell se mejorarán las áreas de transición, entre el Bosque y el área urbana, de espacios abiertos, de interconexión de los andadores y senderos existentes”, agregó Martín Aguilar. Esto gracias a los trabajos de poda y sustitución de arbolado muerto o enfermo, el tratamiento y prevención de plagas y enfermedades, así como el mejoramiento del suelo.
El recorrido, encabezado por la doctora Marina Robles García, secretaria del Medio Ambiente, y la directora de Gestión del Bosque de Chapultepec, Mónica Pacheco, continuó por el Parque de Cultura Urbana (PARCUR) y en el Museo del Axolote y Centro de Conservación de Anfibios, del Zoológico de Chapultepec, donde se realizó una liberación de axolotes para su preservación.
Con estas acciones, la Secretaría del Medio Ambiente refrenda su compromiso con la ciudadanía para garantizar su derecho a un medio ambiente sano y a través de la Dirección de Gestión del Bosque de Chapultepec continuará trabajando para mejorar las condiciones socioambientales del pulmón más grande e importante de la ciudad.
Permitirá restauración ambiental tener un Bosque de Chapultepec por más de 50 años
A la fecha se han plantado cerca de 50 mil árboles en las tres secciones, que incluye arbustos y hierbas nativas
El Gobierno de la Ciudad de México, a través de las Secretarías del Medio Ambiente (Sedema) y de Obras y Servicios (Sobse), informó que con las acciones de restauración ambiental implementadas desde hace dos años en la tercera sección del Bosque de Chapultepec, lo que permitirá tener un bosque que dure más de 50 años.
Martín Aguilar Cervantes, Subdirector Técnico de la Dirección de Gestión del Bosque de Chapultepec, precisó que a la fecha se han plantado cerca de 50 mil árboles en las tres secciones del Bosque de Chapultepec y que se han ido integrando no sólo árboles sino también arbustos, así como composiciones de hierbas nativas. “Los resultados son que la comunidad se acerca más al bosque, se acerca más a un espacio que hoy en día es más interactivo que antes porque la gente no solamente viene a pasearse, a divertirse sino también está muy preocupada por participar en las acciones de restauración”.
Desde el Auditorio Quinta Colorada del Bosque de Chapultepec, explicó los beneficios que arrojan al bosque las técnicas utilizadas como la agroforestal y que permite que los árboles se arropen con islas de fertilidad y se acompañen con otros elementos vegetales, que pueden ser hortalizas o plantas silvestres.
Habló de los beneficios de las técnicas incorporadas al espacio con la reutilización de materiales de desecho que sirven para cubrir la tierra ya que las brechas corta fuego, los senderos con alto uso han llevado a que el terreno se vaya empobreciendo en algunos sitios como el área denominada Clausell, donde se encuentran terrenos donde el material del subsuelo ya está descubierto. “La combinación de estos materiales de reuso que son básicamente las banquetas que están rotas y las estamos reutilizando en el sitio permiten proteger estos suelos y hacer más accesible los espacios.No estamos construyendo cosas nuevas, sino estamos reutilizando la misma infraestructura”.
Abraham Borden Camacho, alcalde de Miguel Hidalgo, afirmó que continuará trabajando estrechamente con las autoridades del Bosque de Chapultepec para garantizar el cuidado de lo que calificó como “el área verde más importante de la Ciudad de México”.
Informó que el 52% de los árboles de la Ciudad se concentran en este bosque icónico de casi 700 hectáreas. “Reiteramos nuestro compromiso con las autoridades del Bosque de Chapultepec y los miguelhidalguenses para seguir trabajando en conjunto en beneficio de las vecinos y vecinos de este maravilloso Bosque”, señaló.
Rafael Obregón Viloria, director General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental, sostuvo que hay un esfuerzo institucional para poder abordar los distintos factores que han provocado de manera histórica el deterioro del Bosque de Chapultepec.
Pedro Álvarez Icaza, miembro del Consejo Rector Ciudadano, señaló que la restauración ambiental forma parte de un gran proyecto en el que intervienen expertos, abogados, ambientalistas, arquitectos, por mencionar. “Nos parece un gran proyecto fundamental para el futuro como pulmón central de la Ciudad de México”.
Lilia Haua, directora Pro Bosque Chapultepec, agregó que “el Fideicomiso Pro Bosque Chapultepec reitera su compromiso de trabajar en coordinación con el Proyecto Bosque de Chapultepec: Naturaleza y Cultura liderado por el Maestro Gabriel Orozco y en plena cooperación con la Secretaría de Cultura Federal, el Gobierno de la Ciudad de México, la Secretaría del Medio Ambiente capitalina, las autoridades del Bosque de Chapultepec y el Consejo Rector Ciudadano del Bosque de Chapultepec en la elaboración y ejecución de proyectos, programas y acciones orientadas a la recuperación, protección y conservación del Bosque de Chapultepec”. Además de que resaltó que con la rehabilitación del Bosque de Chapultepec se fomentarán los valores de la convivencia familiar, el sano esparcimiento en la ciudadanía.
Informa Sedema sobre restitución de arbolado en Parque Winston Churchill
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, a través de la Dirección de Gestión del Bosque de Chapultepec, informa sobre la restitución de arbolado en el Parque Winston Churchill, que forma parte de la primera sección del Bosque de Chapultepec:
En enero de este año se detectó la muerte en pie de árboles de jacaranda en el interior del área verde que forma parte de la extensión del Parque Winston Churchill, que va desde la esquina de avenida Paseo de la Reforma y General Mariano Escobedo hasta el extremo poniente colindante con la avenida Periférico, cerca del Parque Líbano.
Dichos árboles representaban riesgo de caída para las y los usuarios que visitan este lugar, así como para la sanidad del área. Es importante recordar que las lluvias y los fuertes vientos que se presentan en esta época del año, pueden provocar la caída de árboles, incluso aquellos que se encuentran sanos y en buenas condiciones.
En apego a la normatividad de la Ciudad de México, en junio pasado se planeó el retiro del arbolado y, a partir de la segunda quincena de junio y la primera de julio, se preparó el terreno para las acciones de restauración.
El pasado miércoles, 21 de julio, se restituyó el arbolado retirado (cinco jacarandas de mayor porte muertas en pie, con ocho metros de altura; así como seis árboles de cuatro metros). En el lugar se plantaron dos encinos, un nogal, dos fresnos, dos magnolias y cuatro astromelias, con tallas que van de los cuatro a los siete metros de atura, con mejor constitución sanitaria.
Las acciones de restauración han sido posibles con la participación e interés de las y los vecinos y usuarios del Bosque de Chapultepec, a quienes se les ha dado a conocer los usos y destinos reales o actualizados dentro de esta Área de Valor Ambiental con categoría de bosque urbano.
Próximamente serán intervenidas más de 30 hectáreas de bosque, con la participación de vecinas y vecinos, desde el Parque de la Amistad (Reforma y Mariano Escobedo) a la primera y segunda fracción del Parque Winston Churchill, así como en el Parque Líbano.
Reforesta Sedema Bosque de Chapultepec con más de 36 mil árboles y arbustos
En la primera etapa de restauración ambiental del Bosque de Chapultepec:
Se plantaron 24 mil árboles, 12 mil arbustos y dos hectáreas de herbáceas
Se logró una sobrevivencia del 80% en la reforestación
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informa que en la tercera sección del Bosque de Chapultepec se sembraron 24 mil árboles, 12 mil arbustos y dos hectáreas de herbáceas como parte de la reforestación que se realiza en el marco del Proyecto Bosque de Chapultepec: Naturaleza y Cultura.
Para la plantación de los árboles se utilizaron técnicas agroforestales, las cuales garantizan las condiciones de humedad, fundamentales para la sobrevivencia de las plantas.
Gracias a esto, a la fecha, se ha logrado una sobrevivencia del 80% de las especies sembradas que abarcan una extensión de 40 hectáreas, en las áreas de Clausell y la zona biocultural sur.
La sobrevivencia del arbolado ha sido posible también gracias a la restauración de suelos, con la incorporación de materia orgánica, producto de la poda de hierbas, arbustos y molienda de los árboles muertos en pie.
Las especies elegidas para la revegetación presentan una alta adaptabilidad a la zona y a las condiciones climáticas pronosticadas para los siguientes años. Entre los árboles sembrados destacan Cedro blanco, Pinus cembroides, Pino ayacahuite, Pino patula, Encino blanco, Colorín, Fresno, Encino roble, Cazahuate, Tepozán, Capulín y Tejocote.
La Secretaría del Medio Ambiente refrenda su compromiso con la ciudadanía para garantizar su derecho a un medio ambiente sano y, a través de la Dirección de Gestión del Bosque de Chapultepec, continuará realizando los trabajando necesarios para la restauración ambiental del Bosque de Chapultepec.