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Chapultepec busca sanar siete parques que están cruzando Reforma: Mónica Pacheco

Chapultepec busca sanar siete parques que están cruzando Reforma: Mónica Pacheco



Yennyfer Mena / La Prensa
Curar el Bosque de Chapultepec requiere de un trabajo previo, primero se tienen que rehabilitar los siete parques que están alrededor de la primera sección, luego hacer obras de saneamiento ambiental y al final colocar los humedales que lo van a proteger.

Por lo pronto, el primer proyecto en forma es la“Rehabilitación del Parque República de Líbano” en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec.

Casi nadie sabe que los parques que están atravesando Paseo de la Reforma son también del Bosque de Chapultepec, como el Parque La Amistad, Gandhi, Tamayo, Japonés, El Mexicanito y El República de Líbano; los antes mencionados también entrarán en la rehabilitación, dice la directora ejecutiva del Bosque de Chapultepec, Mónica Pacheco que con un equipo de expertos en el Medio ambiente buscan sanar los siete diferentes parques que se encuentran en la zona.

En entrevista para LA PRENSA, Mónica Pacheco, comentó que este proyecto es una alianza que se tiene con el Fideicomiso Pro Bosque de Chapultepec, quienes han decidido financiar el saneamiento; por lo que también se ha tomado en cuenta las peticiones de los vecinos.

Explicó que la primera etapa de saneamiento comienza en el Parque Líbano, ubicado al Poniente de la Ciudad de México, entre el Boulevard Adolfo López Mateos y la Av. Paseo de la Reforma, en la primera Sección del Bosque de Chapultepec que consta de cinco hectáreas la cual se divide en diferentes etapas como:

Saneamiento Ambiental: retiro de arbolado muerto en pie, atención a las plagas, mejoramiento de suelo y la reforestación; esto llevará dos meses de trabajo.

Foto: David Deolarte / La Prensa


Luego está la colocación de un humedal: que incluye también cambiar la circulación que divide el parque.
Orientación de senderos: evitar los caminos de burro, para que la gente circule por los senderos.
Ubicación de esculturas: estás donadas por la embajada de Líbano y Argentina.

Tipos de árboles


La primera etapa de saneamiento ambiental, contempla intervenir alrededor de 200 árboles y hacer la reforestación necesaria, por lo que se están incorporando especies más adecuadas a la cuenca de México, originarias del país porque son especies más resistentes al cambio climático, debido a los cambios bruscos, compartió Mónica Pacheco.

Enfatizó que las plagas comienzan porque la naturaleza entra en estrés por los cambios climáticos, por lo que el Bosque de Chapultepec cambió su paleta de especies (arbóreas).

Foto: David Deolarte / La Prensa


Los árboles que se están plantando son de cinco metros de alto para garantizar la supervivencia del arbolado, para que exista un bosque sano de mayores condiciones de salud; por lo que con el humedal, se espera mejorar las condiciones del parque, tener humedad en la zona y mejorar el riego.

Algunos de los árboles que se está retomando de la cuenca son el fresno y se están buscando árboles con flores como los Colorines, Cazahuate, Jacarandas y Flor de mayo.

En el Parque Líbano se pondrán 10 especies diferentes, y se irán colocando diferentes especies por áreas, para que los árboles tengan las mejores condiciones, dijo Pacheco.

Compartió en exclusiva, que en toda la renovación que llevan hasta la fecha llevan 65 mil árboles y arbustos como parte del mantenimiento; esto desde 2019 que tomaron la administración. Lo mejor de este proyecto es que los árboles que están siendo podados son reutilizados, creando el mulch, que es un astillado de la madera de los árboles muertos en pie que funciona como cobertor (acolchado) del suelo, mejorando la estructura del mismo.

Foto: David Deolarte / La Prensa






Celebra Sedema primer aniversario del ‘Anfibium, Museo del Axolote y Centro de Conservación de Anfibios’

Celebra Sedema primer aniversario del ‘Anfibium, Museo del Axolote y Centro de Conservación de Anfibios’


En un año, 454 mil 942 personas del interior de la República y de distintos países lo han visitado y se han asombrado y aprendido sobre los esfuerzos de conservación de estos anfibios tan importantes para la ciudad y el país.

Los ajolotes son organismos capaces de regenerar partes de su cuerpo y se consideran los embajadores de la vida silvestre en los humedales de la Ciudad de México


La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, a través de la Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, conmemora el primer aniversario del ‘Anfibium Museo del Axolote y Centro de Conservación de Anfibios’, con el cual se marca un año de compromiso continuo con la conservación de las especies y la educación ambiental.

Desde su inauguración, en enero del año pasado, el museo ha desempeñado un papel fundamental en la conservación de los anfibios, especialmente del icónico axolote de Xochimilco (Ambystoma mexicanum), embajador de la vida silvestre de la Ciudad de México.


Los anfibios enfrentan numerosas presiones, como la pérdida y degradación de sus hábitats, las enfermedades y la contaminación de su hábitat por el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas. La drástica disminución de sus poblaciones los ha llevado a ser el grupo de vertebrados más amenazado a nivel mundial, el decremento o, en el peor de los casos, la extinción de una o más especies de anfibios representa una irreparable pérdida, incluyendo los servicios ecosistémicos relacionados con estas especies, mismos que contribuyen a un medio ambiente sano para el propio ser humano y para todas las especies con las que lo compartimos.

Es por eso que, durante este primer año, el Anfibium ha logrado avances significativos en sus programas de conservación, contribuyendo a que sus visitantes conozcan a cinco de las 17 especies de ajolotes que habitan en México, de las cuales 16 son endémicas, es decir, se distribuyen exclusivamente en el país.

La dedicación del equipo de expertos del Centro de Conservación de la Fauna Silvestre de Chapultepec ha permitido la reproducción exitosa del axolote de Xochimilco (Ambystoma mexicanum), del ajolote de Pátzcuaro (Ambystoma dumerilii) y del ajolote de Zacapu (Ambystoma andersoni).



A lo largo de este año de trabajo continuo, el Anfibium ha fortalecido sus lazos con la comunidad, a través de actividades, charlas y talleres educativos. La participación activa de la comunidad ha sido fundamental para fomentar la conciencia sobre la importancia de preservar a los anfibios y sus hábitats, que incluyen los humedales de la Ciudad de México. En ese sentido, los axolotes de Xochimilco son excelentes embajadores o representantes de la fauna silvestre de estos humedales, además de que su conservación beneficia a más de 130 especies de vertebrados que comparten el mismo hábitat, por lo que se les considera también una especie “paraguas” o “sombrilla” que ayuda a proteger el entorno de muchas otras especies silvestres de la Ciudad de México.

Los estudios que se llevan a cabo en laboratorios que apoyan las actividades del Anfibium, como el laboratorio de Genómica para la Conservación de los Zoológicos de la Ciudad de México, han contribuido a la comprensión de las amenazas que enfrentan los anfibios, incluyendo estrategias innovadoras para la detección del hongo Batrachochytrium dendrobatidis, el cual representa una amenaza para las poblaciones de anfibios en el país y en todo el mundo.

El ‘Anfibium, Museo del Axolote y Centro de Conservación de Anfibios’ ha recibido a 454 mil 942 visitantes provenientes de la Ciudad de México, del interior de la República y de diferentes países durante este primer año; asistentes que se han asombrado, han aprendido y se han enamorado de estos anfibios tan importantes para la ciudad y el país.

Cabe recordar que, en octubre del año pasado, el Anfibium recibió uno de los premios AZCARM 2023 por parte de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México en la categoría “Mejor albergue” por su contribución a la educación ambiental, la investigación y conservación de estas especies, a través de este nuevo espacio que forma parte del Zoológico de Chapultepec.

Esta Secretaría invita a seguir aprendido de estas especies de martes a domingo de 10:00 a 15:30 horas en el Anfibium, un espacio gratuito que cuenta con salas de exposición, talleres de educación ambiental para niños y niñas, cuatro laboratorios para el estudio y reproducción de este organismo, además de un humedal que representa el ambiente del lago de Xochimilco.






Con más de 3,000 años de antigüedad, descubren fosas funerarias en el Bosque de Chapultepec

A escasos metros del caos vehicular de la avenida Constituyentes, en el límite de la tercera sección del Bosque de Chapultepec, un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) registró una serie de fosas funerarias prehispánicas, entre las que destacan 10 tumbas troncocónicas con aproximadamente tres milenios y medio de antigüedad, la mitad de ellas con entierros humanos.

El hallazgo, ocurrido a mediados de año, es resultado del acompañamiento que la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH, en coordinación con el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, brinda a las obras de la Línea 3 del Cablebús, que lleva a cabo el Gobierno de la Ciudad de México como parte del plan integral de movilidad del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.

Dicho contexto se localizó en un promontorio, a la altura del Parque Cri-Cri, donde se construye una estación del Cablebús, y trasciende al ser la primera vez que se localiza arquitectura funeraria de las primeras aldeas agrícolas en el territorio que hoy ocupa el poniente de la Ciudad de México, y a una cota tan elevada: 2,416 metros sobre el nivel del mar.

De acuerdo con la coordinadora de las excavaciones arqueológicas, María de Lourdes López Camacho, el descubrimiento hace referencia a una aldea grande que debió existir en esta área de las Lomas de Chapultepec, en el límite del bosque, hacia los periodos Preclásico Temprano y Medio (2500-400 a.C.).

“Para que imaginemos, esta comunidad estaba viviendo aquí antes de la erupción del volcán Xitle y de la formación del Pedregal de Coyoacán. Y este subsuelo se conservó intacto más de 3,000 años. ¡Eso es lo fantástico!”, resalta.

El hallazgo reitera la ocupación temprana del Bosque de Chapultepec, luego que hace más de un año se registrara una concentración de materiales de esa misma temporalidad en las cercanías del Centro de Cultura Ambiental, en la segunda sección, donde se exhibe una selección de estos.

En junio de 2023, el equipo de salvamento arqueológico, integrado por las y los expertos Eder Arias Quiroz, Víctor Vargas Juárez, Sandra Muñoz Vázquez, Adelina Montiel de Anda y Armando Altamirano Castillo, comenzó las exploraciones en las cercanías de la avenida Constituyentes. Ante la posible presencia de tumbas, los pozos de sondeo derivaron en excavaciones extensivas en un área de 200 metros cuadrados.

Para agosto de 2023, el sitio parecía un queso gruyere de arcilla, tras la excavación de las cámaras funerarias cavadas en el tepetate, cuyos diámetros varían entre uno y dos metros, y 1.50 metros de altura máxima. En total, se registró una decena de tumbas troncocónicas, así definidas por su forma en cono invertido y recortado en punta, por lo que también se les conoce como tumbas de botellón o de campana.

“Es una arquitectura funeraria muy particular. Ejemplos de estas tumbas se tienen en otras zonas del México antiguo, como la costa del Golfo y el occidente, también se han localizado en los actuales estados de México y Morelos, y se tienen registros en el sur, norte y oriente de la Cuenca de México. Faltaba ubicarlas en su lado poniente, ahora las tenemos”, expone la arqueóloga López Camacho.

De manera preliminar, por las características de los materiales asociados, las tumbas troncocónicas datarían del periodo Preclásico Medio (1200-400 a.C.), pero próximas al Preclásico Temprano (2500-1200 a.C.). Al interior de cinco de ellas estaban las osamentas de individuos que fueron depositados, mayoritariamente, en forma flexionada; debido a la variabilidad de su estado de conservación, solo se ha podido determinar, por los rasgos morfológicos, que cuatro son femeninos y uno masculino, casi todos adultos juveniles.

Cabe mencionar que, en un nivel superior, el equipo de salvamento arqueológico detectó algunas cistas rectangulares de las que se recuperaron tres entierros, dispuestos en un eje oriente-poniente. Esto sugiere que la citada aldea permaneció por tiempo prolongado, más allá del periodo Preclásico.

De ambos contextos funerarios se obtuvieron materiales diversos, algunos dispuestos como ofrenda: cuatro astas de venado trabajadas como herramientas, punzones, tecomates esgrafiados, una copa cóncava-convexa, buena cantidad de figurillas femeninas, el fragmento de un disco de pizarra (material importado, quizá, de la costa del Golfo), vasijas efigie y figurillas de rasgos esquemáticos que los arqueólogos nombran como “fantasmitas”.

Los objetos fueron trasladados al Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, para su clasificación y estudio. Algunas piezas cerámicas son objeto de microexcavación para recuperar su contenido, lo que permite obtener restos que hablan del uso que les dieron esas primeras comunidades.

Todas estas evidencias dan cuenta de la complejidad de las prácticas sociales y actividades productivas, como la agricultura, la alfarería y la construcción en el Preclásico, cuando se consolidaron muchos de los rasgos característicos de las sociedades mesoamericanas que permanecerían en los siglos posteriores.

Publicado originalmente en el boletín 798 del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Fotografías: María de Lourdes López Camacho, Fabian González.

Puedes leer el artículo completo en: https://www.inah.gob.mx/boletines/con-mas-de-3-000-anos-de-antigueedad-descubren-fosas-funerarias-en-el-bosque-de-chapultepec?highlight=WyJjaGFwdWx0ZXBlYyJd

Retira Sedema asfalto del Bosque de Chapultepec para recuperar e incrementar área verde

Retira Sedema asfalto del Bosque de Chapultepec para recuperar e incrementar área verde

• Serán retirados dos mil seiscientos sesenta y cuatro metros cuadrados de asfalto de una avenida del Complejo Cultural Los pinos, que permitirá el crecimiento del parque infantil La Hormiga, sitio donde será revegetado con plantas nativas

• También se está rehabilitando la Calzada de los Leones- Juventud Heroica, la Puerta Monumental de Leones, en la primera sección, así como la Fuente de Físicos Nucleares y la Fuente Cósmica junto con “el paseo cósmico” que están en la segunda sección del Bosque de Chapultepec

Como parte de los trabajos ambientales del Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura del Gobierno de México, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informa que se realizan trabajos en el parque infantil La Hormiga, con la finalidad de recuperar e incrementar área verde en la primera Sección del Bosque de Chapultepec.

El biólogo Martín Aguilar Cervantes, subdirector técnico del Bosque de Chapultepec, detalló que se trata de una medida de resarcimiento que contempla el retiro de poco más de dos mil seiscientos metros cuadrados de asfalto que serán sustituidos con árbole, con hierbas para incrementar el área verde de este sitio que formaba parte de la Residencia Oficial de Los Pinos, y que actualmente es un parque recreativo de niñas y niños de 6 a 12 años de edad.

Explicó que en lugar de asfalto se generarán superficies para infiltración de agua de lluvia y se introducirá vegetación de distintas especies, por lo que ya se cuenta con una lista de plantas nativas de México que están adaptadas al clima de la Ciudad de México, que tiende a ser más caliente.


“Estamos retirando asfalto en diferentes puntos del bosque, estamos recuperando también la Calzada de los Leones, Juventud Heroica, la Puerta Monumental de Leones, en la Segunda Sección tenemos varios puntos en donde ya empezamos a trabajar entre la Fuente de Físicos Nucleares y la Fuente Cósmica que está a un costado de Los Pinos, éste es uno de los proyectos que va más avanzado, ahí hemos retirado más de mil 500 metros cuadrados de asfalto y están en proceso la calle de Neri Vela que ya tiene un buen avance de plantación, más de 200 árboles están ahí ya plantados de especies mexicanas y tenemos otros dos puntos que también se están trabajando en el mismo sentido”, precisó.

El subdirector técnico del Bosque de Chapultepec aseguró que el proyecto de La Hormiga es solo otro ejemplo de toda la rehabilitación que se hace en el pulmón principal de la Ciudad de México que cuenta con más de 860 hectáreas en sus cuatro secciones y que proporciona gran cantidad de servicios ambientales a la Ciudad de México.


“En la Tercera Sección (del Bosque de Chapultepec) no hubo necesidad de hacer tanto esta intervención todavía porque seguimos en proceso de restauración del suelo y la vegetación y algunos puntos ya se han seleccionado de estacionamientos que ya no van a ser utilizados con el asfalto, sino con materiales permeables”, agregó.

Sostuvo que este tipo de proyectos que contemplan el retiro de concreto y que representan una mejora ambiental no sólo para la Ciudad de México sino para el planeta, permiten disminuir la temperatura de estos sitios denominados islas de calor. “Al cambiar la superficie oscura que siempre está recibiendo calor y regresándola al medio ambiente lo que vamos a tener ahora es un área verde cubierta con el suelo protegido por el pasto o por algunas plantas ornamentales y cubierta con árboles. Esto disminuye la temperatura y tiene una mejor sensación para el bienestar de los visitantes”.

Sedema trabaja con UAM, UNAM y Conabio para mejorar, sanear y restaurar lagos en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec

Sedema trabaja con UAM, UNAM y Conabio para mejorar, sanear y restaurar lagos en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec

• Como parte de la restauración ambiental que se realiza en los lagos del Bosque de Chapultepec, se tiene prevista la introducción de maceteros flotantes que ayudarán a mejorar la calidad del agua

• Un monitoreo realizado en los lagos del Bosque de Chapultepec permitió detectar especies invasoras como la tilapia, que es africana, y la carpa, de origen asiático.

La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, en coordinación con investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), trabaja en la mejora, saneamiento y restauración de los lagos de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec.
• Un monitoreo realizado en los lagos del Bosque de Chapultepec permitió detectar especies invasoras como la tilapia, que es africana, y la carpa, de origen asiático.

La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, en coordinación con investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), trabaja en la mejora, saneamiento y restauración de los lagos de la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec.



“Una de las cosas que nos planteamos desde hace varios años es poder llevar a estos lagos del Bosque de Chapultepec a las condiciones más silvestres que alguna vez hubo en los lagos originales de nuestra región”, explicó la doctora Marina Robles García, secretaria del Medio Ambiente capitalina.

Desde el lago menor de la Segunda Sección del Bosque, Robles García detalló que la coordinación con investigadores de la UAM, UNAM y Conabio ha contribuido a que se tomen las mejores decisiones sobre el manejo de los lagos.

Como parte de los trabajos, el equipo de especialistas realizó un monitoreo para conocer la fauna acuática de los lagos e identificaron alrededor de 10 especies de peces, de las cuales cuatro son consideradas exóticas y seis nativas.

El doctor José Antonio Ocampo Cervantes, investigador de la UAM-Xochimilco, explicó que tras realizar el monitoreo en los lagos del Bosque de Chapultepec se ha detectado que están prácticamente poblados de especies invasoras como la tilapia, que es africana, y la carpa, de origen asiático. También se encuentran presentes peces conocidos como “charalitos” y algunos otros que aunque son nativos del país, no son propios de la Cuenca, sino que vienen de la región del Golfo de México.



“(Los peces) se han establecido aquí porque la gente los libera, se están trayendo especies que no son propias de la Cuenca. La única especie nativa de la región que encontramos es la que se le conoce como tiro y son de las especies que tratamos que proliferen más en estos lagos. La idea es controlar y, si es posible, erradicar a la tilapia y a la carpa, pero a su vez introducir especies que son nativas o endémicas de la zona”, agregó.

El experto mencionó que uno de los propósitos del proyecto es lograr el repoblamiento de especies nativas. “La idea es que la gente conozca estas especies y que, en la medida de lo posible, evitemos que la gente introduzca especies que no son propias de la zona”, afirmó.

Martín Aguilar, subdirector técnico del Bosque de Chapultepec, recordó que los lagos artificiales fueron construidos en 1964 y fueron desarrollados como contenedores de agua de la planta de tratamiento Chapultepec. Por ello, el proyecto de saneamiento y mejora contempla la introducción de maceteros flotantes que ayudarán a mejorar la calidad del agua.

Precisó que estos elementos sumergidos servirán de refugio para peces, crustáceos, reptiles y larvas, así como sitios de descanso para aves, detalló Aguilar.

Finalmente, las autoridades de la Sedema y el grupo de investigadores pidieron a las personas nacionales y extranjeras que visitan el Bosque de Chapultepec que no alimenten a los peces ni a los patos de los lagos ya que eso prolifera la fauna y afecta la calidad del agua.

Reconocen expertos en Microbiología y Fertilidad de Suelos transformación del Bosque de Chapultepec

Reconocen expertos en Microbiología y Fertilidad de Suelos transformación del Bosque de Chapultepec


Durante un recorrido por el Bosque de Chapultepec, encabezado por la doctora Marina Robles García, titular de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, expertos en Microbiología y Fertilidad de Suelos reconocieron la transformación ambiental que se ha logrado al incorporar especies vegetales nativas, con técnicas agroforestales.

Un ejemplo de la transformación que se realiza es la zona biocultural Clausell o Bosque Clausell, en la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec, que anteriormente estaba cubierta de eucaliptos y ahora hay mayor variedad de árboles y otro tipo de plantas nativas, como la dalia, la flor nacional. En esta zona se introdujeron más de 108 individuos por hectárea y de entre 80 o 90 especies forestales, arbustivas y herbáceas diferentes.



Cabe recordar que por las condiciones de temperatura y humedad, al ser la zona más alta y seca de la tercera sección del Bosque de Chapultepec, los eucaliptos, que no son propios de México y que son plantas exóticas, no progresaron de manera adecuada, por lo cual el equipo asesor recomendó el retiro de arbolado muerto en pie, así como el astillado del material seco y su incorporación para el mejoramiento del suelo.

El biólogo Sergio Trejo Estrada, especialista en Microbiología y Fertilidad de Suelos, resaltó el éxito de este proyecto y agradeció que se hayan tomado en cuanta las opiniones de los especialistas involucrados.

“Hicimos un estudio a la Sedema, le hicieron caso y aprovecharon lo que contribuimos. Insólito que hayan cortado los árboles que tenían que cortar, usado la materia orgánica como la tenían que usar y no cortado lo que no debían cortar, ahí están un montón de especies herbáceas que benefician el suelo, realmente es un éxito este proyecto”, precisó.



Durante el recorrido, la doctora Marina Robles García destacó la importancia de mejorar los suelos del bosque y de la Ciudad de México, para que la vegetación crezca más sana, más robusta, con menos vulnerabilidad a plagas y enfermedades y que a su vez permita generar paisajes integrales.

Sostuvo que la restauración ambiental del Bosque de Chapultepec, realizada a través de la técnica forestal conocida como islas (o nidos) de fertilidad, ha sido posible con el apoyo técnico de un equipo asesor en el marco del Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura.

“Las decisiones que tomamos en el Gobierno de la Ciudad, buscamos que sean decisiones sólidas, robustas que efectivamente le abran una condición futura a la ciudad distinta”, comentó.

Martín Aguilar Cervantes, subdirector Técnico del Bosque de Chapultepec, dijo que los trabajos de agroforestería conocidos como nidos de fertilidad han favorecido la conservación y manejo de la Tercera Sección del bosque, trasladando la experiencia al resto de Chapultepec.

“Se buscó incluir “Pinos”, los cuales llevan aproximadamente tres años y se acompañan de fresno, palo dulce, que ayuda con sus raíces a la conservación del suelo, generando un proceso de auto nutrientes”, agregó.

En estas zonas, ubicada en la calle Joaquín Clausell y en la avenida Zaragoza, con el uso de la técnica de agroforestería con las islas de fertilidad, se permitió desarrollar un proceso de restauración de la estructura del bosque.



La directora Ejecutiva del Bosque de Chapultepec, Mónica Pacheco Skidmore, sostuvo que lo que se busca hacer de este bosque urbano “es que sea cada vez más rico en biodiversidad, que sea mucho más bosque”.

Agradeció el apoyo, el trabajo y la aceptación de las y los vecinos para lograr esta transformación “muy bien recibida, ahora los visitantes vienen a hacer sus caminatas matutinas y lo disfrutan de manera muy importante. Como parte del Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura del Gobierno de México en estos tiempos hemos podido atender esta tercera sección que nos da una mejor aceptación y un mayor disfrute a los vecinos muy cercanos a esta zona y a los que nos visitan de otros lados de la ciudad”.

Agregó que los senderos están conformados por triturado de banquetas, que permiten la infiltración del agua; además de que en el lugar se instalaron cámaras de vigilancia, monitoreadas por el C5, con botones de pánico.

Al recorrido también acudieron el doctor Juan Pedro Tinajero, especialista en Tecnologías Ambientales, así como el maestro en ciencias Alberto Guzmán Alonso, especialista en Florística y Restauración.

Transforma Sedema zona biocultural Claussell en el Bosque de Chapultepec

Transforma Sedema zona biocultural Claussell en el Bosque de Chapultepec

En el área se introdujeron más de 108 individuos por hectárea y alrededor de 80 o 90 especies forestales, arbustivas y herbáceas diferentes.

• En este espacio de la 3a Sección del Bosque de Chapultepec se observaba una mayor población de eucaliptos; pero, tras la intervención, actualmente se percibe el resurgimiento de la dalia, la flor nacional de México.

Como parte de la restauración ambiental que la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México realiza en la 3a Sección del Bosque de Chapultepec, se intervinieron la zona biocultural Claussell y la subzona cultural sur, a través de la técnica agroforestal conocida como islas (o nidos) de fertilidad, y con la siembra de especies nativas de árboles y otro tipo de plantas.

Al recorrer la zona, la doctora Marina Robles García, titular de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, resaltó el nivel de transformación que se ha logrado en el Bosque de Chapultepec, destacando el nivel de la biodiversidad con la introducción de diversidad de plantas nativas.



Acompañada de Mónica Pacheco Skidmore y de Martín Aguilar Cervantes, Directora Ejecutiva y Subdirector Técnico del Bosque de Chapultepec, respectivamente, Robles García dijo que la intención es que este bosque urbano -galardonado en 2019 con el Premio Internacional de Parques Urbanos, por la World Urban Parks- sea “cada vez más rico en biodiversidad, es decir, mucho más bosque”.

En ese sentido, el biólogo Aguilar Cervantes aseguró que la transformación en esta zona de la 3ª Sección del Bosque de Chapultepec es muy notoria, ya que, anteriormente, estaba cubierta solo de eucaliptos y en la actualidad hay diversidad de árboles y otro tipo de plantas nativas.

“Se ha realizado un trabajo paulatino, con un recambio de vegetación, mediante la introducción de más de 108 individuos por hectárea y con una mezcla de, alrededor, de unas 80 o 90 especies forestales, arbustivas y herbáceas, para enriquecer esos tres estratos en dicho espacio”, explicó.

En esta zona, ubicada en la calle Joaquín Clausell y en la avenida Zaragoza, se crearon islas de fertilidad y se usó la técnica de agroforestería, misma que permitió desarrollar un proceso de restauración de la estructura del bosque.



El retiro de arbolado muerto en pie es una de las prácticas regulares del mantenimiento del Bosque de Chapultepec, así como el astillado del material seco y su incorporación para el mejoramiento del suelo.

Mónica Pachecho Skidmore, directora Ejecutiva del Bosque de Chapultepec, agradeció el apoyo, el trabajo y la aceptación de las y los vecinos para lograr esta transformación: “La intervención fue muy bien recibida, ahora los visitantes vienen a hacer sus caminatas matutinas y disfrutan más el bosque. En el marco del Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura del Gobierno de México atendimos esta tercera sección, cuyas mejoras han sido bienvenidas porque redundaron en un mayor disfrute de los vecinos de la zona y de los visitantes nacionales e internacionales”.

Finalmente, las autoridades de Sedema invitaron a la ciudadanía a recorrer la zona para gozar de su belleza y conocer la intensa rehabilitación a la que fue sometida y que presume, como uno de los principales logros, el resurgimiento de la dalia, la flor nacional de México.

Baños de Chapultepec, las albercas de aguas curativas del siglo XIX que alimentaron la leyenda de los “Baños de Moctezuma”

Diversas fuentes históricas narran la existencia de unos afamados baños de aguas curativas asentados en el Bosque de Chapultepec hacia el siglo XIX, visitados por la elite de la época. En 2018, un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrió, a la altura de la calzada Gandhi, los vestigios de tres estanques lúdico-curativos.

En el marco del VII Coloquio de Arqueología Histórica, realizado del 4 al 8 de septiembre, en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, la investigadora del INAH, María de Lourdes López Camacho, dictó una conferencia en la que se afirma, luego de cinco años de estudios en documentos históricos, que los vestigios hallados en 2018 corresponden a la Casa Baños de Chapultepec, un conjunto histórico que alimentó la leyenda de los “Baños de Moctezuma”, al situarse frente a un contenedor de agua prehispánico.

La arqueóloga narró cómo se originó la leyenda de los “Baños de Moctezuma”: “Equívocamente, a los ‘Baños de Moctezuma’ se les ha atribuido ser el lugar del hallazgo de algunas piezas arqueológicas, pero en realidad es en otro sitio, ubicado al pie del cerro de Chapultepec, que las fuentes históricas llaman Alberca de Moctezuma, donde se descubrió el famoso chapulín de carneolita rojo”.

López Camacho dijo que para finales del periodo Posclásico (1200-1521) y durante el virreinato, el manantial más importante del cerro de Chapultepec fue el que nacía a un costado de la “Alberca de Moctezuma”, el cual repartía el agua hacia Tenochtitlan y también mandaba agua al contenedor “Baños de Moctezuma”, localizado en una cota altitudinal inferior; lo cual es importante, dijo, porque el líquido era conducido por fuerza de gravedad. Este receptáculo se sitúa al sur del cerro de Chapultepec, en la esquina que forma la calzada Gandhi y el pasillo de acceso que proviene del Mercado de las Flores.

El contenedor llamado “Baños de Moctezuma” es de origen prehispánico y su uso continuó en el virreinato; con su agua se abastecía a las haciendas al sur del cerro de Chapultepec, como La Condesa. Sin embargo, no fue baño privado de Moctezuma. Lo llamaron así a partir de 1900, cuando se conformó la Primera Sección del bosque, debido a que, en 1870, enfrente de esta caja de agua se construyó un conjunto de baños que alcanzó gran fama en el siglo XIX: la Casa Baños de Chapultepec.

En este sentido, la historiadora Sonia Angélica Hernández Rodríguez, quien forma parte del equipo de investigación, explicó que hacia 1960 ya era una tradición en la capital del país, la existencia de albercas y baños públicos.

“El contexto histórico permite decir que la Casa Baños de Chapultepec surge a partir de que su propietario, José Amor y Escandón, quien tenía concesionada la alberca de los Espinosa (el contenedor llamado “Baños de Moctezuma”), se da cuenta de la popularidad del lugar y decide construirlos. De acuerdo con documentos del Archivo Histórico de la Ciudad de México, el conjunto abrió el 1 de abril de 1870, y se convirtió en un referente de cohesión social, pero 11 años después pasó de ser el sitio de moda a mero recuerdo, su decadencia inició hacia agosto de 1881”.

El arqueólogo Eder Arias, quien estuvo al frente de la excavación en el sitio de los baños, realizada dentro del Proyecto Bosque, Cerro y Castillo de Chapultepec, a cargo de la Secretaría de Cultura federal, a través del INAH, detalló que se descubrió parte de la estructura del conjunto. “Las fuentes históricas sumadas a las evidencias arqueológicas, nos mostraron las diferentes conducciones de agua de la caja de Espinosa, dirigidas a los baños de Chapultepec”. Entre los elementos que identificaron están cuatro metros lineales del caño que abastecía el líquido a los diferentes estanques, mediante pequeños canales que servían también de división entre cada uno de los contenedores.

Los tres contenedores se localizaron en fila, con orientación norte-sur. Son de 6 metros de largo por 4.5 de ancho, con esquinas redondeadas. El piso está a 90 centímetros, tiene un metro de profundidad y aún pueden verse, en ciertas zonas, fragmentos de losetas de barro de 30 centímetros por lado, de color rojo anaranjado.

En dos de las tres estancias se observaron los restos de lo que, al parecer, fue un muro con repellado en una de sus caras, lo que permite inferir que se trata de las escaleras que servían para entrar y salir del lugar.

Por último, la arqueóloga López Camacho comentó que la familia Escandón vendió el predio al Ayuntamiento de la ciudad, el cual demolió los baños e integró el terreno al Bosque de Chapultepec, quedando en pie el contenedor prehispánico; para 1910, el área fue remozada con motivo del centenario de la Independencia de México, durante el gobierno de Porfirio Díaz, y fue entonces cuando al contenedor de Espinosa se le comenzó a llamar “Baños de Moctezuma”, dando inicio esa leyenda.

Publicado originalmente en el boletín 591 del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Fotografías: María de Lourdes López Camacho, Proyecto Bosque, Cerro y Castillo de Chapultepec. INAH.

Puedes leer el artículo completo en: https://www.inah.gob.mx/boletines/banos-de-chapultepec-las-albercas-de-aguas-curativas-del-siglo-xix-que-alimentaron-la-leyenda-de-los-banos-de-moctezuma?highlight=WyJjaGFwdWx0ZXBlYyJd

Fomenta Sedema conciencia ambiental con proyecto de Manantial a Manantial

Fomenta Sedema conciencia ambiental con proyecto de Manantial a Manantial

• Dentro de los trabajos realizados en este manantial está la creación de andadores, un mirador, muros de contención, un jardín etnobotánico, senderos, así como un bebedero que permitirá a las y los visitantes tomar agua fresca y directa del manantial

Como parte del ‘Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura’ y con el propósito de crear conciencia sobre los manantiales que existen en la ciudad, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) capitalina, en coordinación con la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), llevó a cabo el proyecto de Manantial a Manantial.



Desde la Ermita Vasco de Quiroga, en la alcaldía Álvaro Obregón, Manuel Montiel Gutiérrez, subdirector de Construcción de Obras de la Sedema, detalló que se trata de una obra que permite conocer la conexión entre varios sitios del Bosque de Chapultepec relacionados con el agua. Son tres sitios intervenidos: el manantial de la Ermita Vasco de Quiroga, el del Museo de Arte Moderno y el espacio de las Tazas de la primera sección del Bosque de Chapultepec.

En el caso particular del manantial de la Ermita Vasco de Quiroga, “creamos un espacio que permita a todas las personas acercarse a contemplar uno de los manantiales vivos de la Ciudad de México, que abastece a un número importante de colonias”, aseguró.

Manuel Montiel mencionó que dentro de los trabajos realizados en la Ermita Vasco de Quiroga y el Manantial de Santa Fe destaca la creación de andadores, un mirador, muros de contención, un jardín etnobotánico, senderos de conexión con el manantial de Santa Fe, así como un bebedero que permitirá a las y los visitantes tomar agua fresca y directa del manantial.



“Lo que hicimos aquí fueron actividades muy cuidadosas y no tocamos ni una vena del manantial. De hecho, como parte del sistema constructivo en esa parte se utilizaron tornillos para no hacer excavaciones y no meter concreto ni nada de eso, fueron tornillos que van directamente al suelo, que no generan ningún tipo de contaminación al manantial ni a los veneros (ramales de un río)”, explicó,

El subdirector de Construcción de Obras de la Sedema comentó que las obras se llevaron a cabo sin perturbar el entorno de Santa Fe y como parte de esta interveción se crearon andadores elevados con iluminación, para que se puedan realizar diferentes visitas tanto de día como de noche.

“También realizamos una serie de muros de contención para terracear el espacio y darle la estabilidad y seguridad que necesita”, agregó.



Al recorrer el manantial, Manuel Montiel resaltó la creación del jardín etnobotánico, un espacio que cuenta con distintas especies de plantas medicinales como toronjil, pasiflora y árnica: “Creamos este espacio, este jardín etnobotánico, y una serie de terrazas y plataformas para darle estabilidad al suelo, sembramos magueyes y diferentes tipos de plantas que nos van dando consolidación al suelo. Hicimos andadores tipo mirador con tres espacios de estar para poder contemplar de una manera no invasiva al lado de nuestro manantial principal. Es muy importante mantener estos espacios y que la gente sepa que existen y que tenemos que mantenerlos”, finalizó.

Muestra libro catálogo memoria histórica del Zoológico de Chapultepec, a 100 años de distancia

Muestra libro catálogo memoria histórica del Zoológico de Chapultepec, a 100 años de distancia



Como parte de la celebración de los 100 años del Zoológico de Chapultepec “Alfonso L. Herrera”, la doctora Marina Robles García, titular de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, presentó el Libro Catálogo “Zoológico de Chapultepec “Alfonso L. Herrera”. 100 años haciendo historia 1923-2023”, memoria histórica del zoológico, narrada a través de documentos e imágenes de distinta naturaleza y procedencia.



“Estas imágenes, estas fotografías, estos recuentos que Miguel (Álvarez Cuevas, editor y coordinador General del Libro Catálogo) nos hace, no solamente son fotografías o viñetas de una historia, son historias nuestras, son las historias que nos permiten recorrer nuevamente el zoológico cuando éramos niñas, cuando caminábamos aquí explorando el bosque y explorando también el Zoológico de Chapultepec”, aseguró.

Desde la Bahía Acuario del Bosque de Chapultepec, donde se presentó el libro, Robles García destacó la recopilación de estas imágenes que dan muestra del trabajo de mucha gente, cuidadores, médicos veterinarios y biólogos interesados y preocupados en rescatar a ejemplares de la extinción.



“Todas estas personas que él enlista, que están detrás de este libro, nos permiten acercarnos y conocer una miradita chiquita de lo que significa trabajar en un zoológico, en construir una institución que ha evolucionado a lo largo de estos 100 años en un centro comprometido cada vez más con la conservación. Y así son justo este conjunto de compañeras y compañeros que traen el chaleco, como este chaleco que trae Fernando (Gual) ahora, bien puesto desde hace muchísimos años para entregarse a cuidar y a ofrecerle al mundo el mantenimiento de estos organismos”, resaltó.

Acompañada de Johan Trujillo, directora del Centro de la Imagen, de la Secretaría de Cultura Federal y de Arturo Ávila Cano, director de la revista Alquimia, SINAFO-INAH, la titular de la Sedema insistió en la importancia que tiene el que la gente conozca que gracias a la labor de los zoológicos del mundo alrededor del 25 por ciento de los vertebrados que se han encontrado en peligro de extinción han pasado de esa raya a una condición diferente.



“Muchísima gente trabajando tras estos organismos que hemos podido rescatar también de estos procesos de extinción, en donde como sociedad los hemos sometido a lo largo de esta presión de sus ecosistemas en vida silvestre, ha sido mucho gracias a trabajos como éste, a trabajos de quienes son las y los cuidadores en estos centros de conservación, ahora estos zoológicos increíbles que han estado a lo largo de tanto tiempo trabajando por el conocimiento, por la educación y por la conservación de la vida silvestre”, destacó.

Fernando Gual Sill, director General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, recalcó que la conservación es una cuestión de colaboración y que, a través del apoyo de todo un equipo de trabajo, universidades, instituciones de gobierno, instituciones privadas, organizaciones no gubernamentales y fundaciones, es posible lograrla. Destaca la conservación del lobo mexicano y del cóndor de California, en donde se ha logrado dar un paso más allá para empezar a repoblar zonas como en las que se han perdido especies tan importantes y ahora se llevan de regreso a donde se perdieron.

“Necesariamente los zoológicos tienen que ir evolucionando, hoy en día se dirigen hacia la consolidación en un centro de conservación de la vida silvestre, ahí hay unas fotos padrísimas que estamos haciendo lo imposible para sacar adelante un cóndor de California en una incubadora con un títere, hacia allá van los zoológico y para mí y para todo el equipo del Zoológico de Chapultepec nos encanta la idea de recordar todo esto que ha habido de muchas generaciones y que hoy en día se consolida como un centro de conservación”, dijo.

Finalmente Miguel Álvarez Cuevas, editor y coordinador General del Libro Catálogo, sostuvo que una publicación como esta es colectiva, resultado de un trabajo en equipo que involucra la labor de mucha gente, la recopilación de miradas y voces a lo largo de 100 años.

Explicó que dicho libro propone una lectura representativa de la memoria histórica del Zoológico de Chapultepec a 100 años de su existencia, narrada a través de documentos e imágenes de distinta naturaleza y procedencia; la fotografía, el cine, el dibujo, la pintura, los planos, las publicaciones impresas, entre otras dan cuenta de la diversidad de expresiones iconográficas que se han abordado desde el Zoológico de Chapultepec, uno de los lugares más emblemáticos de la Ciudad de México, el cual se ha convertido en un centro de enseñanza, investigación y conservación integral de las distintas especies amenazadas por la voracidad de la producción y el consumo.

“Quiero agradecer al equipo de Javier Castrejón de la Biblioteca de México, del Archivo General de la Nación, por supuesto al Instituto Nacional de Antropología e Historia, al Archivo de la Ciudad de México, es un trabajo que sin esta colaboración sería imposible”, concluyó.